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Para Déficit Cero, diversificar las soluciones habitacionales es el camino para enfrentar la crisis que vive el país y esta, que consiste en la edificación de pequeños edificios en terrenos de 9*18, podría ser clave.
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Sólo en la Región Metropolitana hay 216 lotes, que equivalen a 466 barrios, 3.700 hectáreas o 3 comunas completas como Santiago, Providencia y Ñuñoa, de acuerdo al Laboratorio de 9x18 UC.
Chile está viviendo una grave crisis habitacional. Hay más de 640 mil familias que viven hacinadas, allegadas, en viviendas irrecuperables -estos primeros tres referidos como déficit cuantitativo- en campamentos o en situación de calle. Y si bien en el país existen y se entregan soluciones habitacionales y subsidios -para arriendo o compra- éstas no son suficientes para atender las distintas necesidades que tienen las familias que componen el déficit. Algunas son monoparentales, otras de adultos mayores, o grandes núcleos que viven en un solo espacio, muchas de ellas en condiciones de hacinamiento y/o allegamiento y que no encuentran soluciones en el arriendo o compra de un solo inmueble.
Y una de las razones que explica el hacinamiento, son aquellas familias que crecieron; sumaron hijos, nietos y bisnietos que se quedaron en el mismo espacio por diversas razones. Una de ellas es porque no pueden solventar los gastos de un arriendo o compra y porque el lugar donde están, a pesar de ser reducido, está bien ubicado y bien conectado a servicios, y no en la periferia, donde la oferta de casas nuevas o de arriendo es más barato, pero no tiene los mismos servicios.
Una solución
Una de estas soluciones -que lleva a cabo el MINVU con constructoras pequeñas- son los llamados “Pequeños Condominios”, edificaciones que se hacen en el terreno de una familia, donde generalmente viven varios núcleos familiares en situación de allegamiento y de forma hacinada en muchos casos. Consolida es una pequeña empresa que está haciendo un factor de cambio en la comuna de Peñalolén con este tipo de proyectos a pesar de los diversos obstáculos que tiene este tipo de política habitacional, pero, con un enorme potencial a ser implementado en Santiago y otras regiones del país.
La construcción de estos pequeños condominios se ha hecho, generalmente, en antiguos terrenos de Santiago -la región con el déficit más alto del país- muchos de ellos de 9x18 metros cuadrados, que se encuentran, comúnmente en comunas donde se construyeron viviendas sociales, o se entregaron o tomaron terrenos y las familias hicieron demarcaciones de ese tamaño. Según el Laboratorio de 9x18 UC, en Santiago el suelo de lotes de 9x18, correspondiente a 216 lotes, equivalen a 466 barrios o 3 comunas completas de Santiago, Providencia y Ñuñoa.
Otro punto interesante, es que estos lotes -que antiguamente eran la periferia de Santiago- ahora están dentro del anillo de Vespucio, con buena conexión a servicios.
Para poder construir un Pequeño Condominio hay que pasar por varias etapas. Primero, hay que encontrar a las familias que quieran participar en esta solución, que sean hábiles de recibir un subsidio y, muchas veces, toma tiempo convencerlas porque no tienen confianza en la viabilidad del proyecto. Luego, cuando la familia acepta, hay que gestionar los subsidios para las viviendas definitivas y para arriendo, porque la casa donde viven debe ser demolida para comenzar con la construcción de un pequeño edificio en formato de copropiedad inmobiliaria, mientras las familias viven en otra casa o departamento. Posterior a eso, se factibiliza el terreno y los propietarios ceden a los futuros copropietarios su terreno para conformar una copropiedad legal y comenzar con la edificación, seguido de todos los permisos que exige la Dirección de Obras Municipales y el Servicio de Vivienda y Urbanización.
Con todo, este proceso ha llegado a ser mucho más rápido y expedito que los que viven los comités de viviendas, que pueden pasar 10 años o más esperando por soluciones habitacionales.